martes, 20 de enero de 2009

Santa Teresita del Niño Jesus

SANTA TERESITA DEL NIÑO JESUS.

Teresa nació el 2 de Enero de 1873 en Alencon, Francia. Era la hija menor de 9 hijos del matrimonio de Luis y Acelia María Guerin. Tuvo una infancia feliz y llena de buenos ejemplos ya que sus padres eran ejemplares.

Actualmente sus padres son venerables y están en proceso de ser santos. Cuando Teresita tenía cuatro años murió su mamá. Su padre procuró darle a ella y a sus cuatro hermanas todo el cariño posible.


Un día su papá les comunico: “Hijas, necesito trabajar y no puedo cuidarlas bien. Por eso vendí la relojería para ir a Lisieux con su tía Guerin que es una mujer excelente.


Su hermana Paulina se volvió su segunda madre y Teresita la quería mucho. Por eso sufrió mucho cuando Paulina entró como carmelita en el monasterio de la ciudad.


Ante esa tristeza, Teresita enfermó gravemente. Sin embargo, vio que la Virgen que estaba en su cuarto le sonreía y poco después se curó. Desde pequeña tuvo a Jesús como amigo, y por eso hablaba con Él todo el día.


Una vez, Teresita leyó en el periódico que un asesino malo, Pranzini, había sido condenado a muerte. Pranzini no quería confesarse ni arrepentirse de sus pecados. Como Teresita quería que este hombre se salvara, le pidió a Dios que hiciera que se convirtiera y ella rezó muchísimo por él.


Pasaron los días y Pranzini seguía sin querer confesarse, pero el día que lo iban a matar se arrepintió y beso la cruz de Cristo pidiéndole perdón. Teresita supo que había sido Jesús que había escuchado su oración y desde ese momento nunca dejo de pedir por los que lo necesitaban. “¡Que grande es el poder de la oración¡ Se diría que es la reina que todo momento tiene entrada libre al rey y puede conseguir todo lo que pide.”


Su hermana María la preparó para la Primera Comunión y la hizo el día en que su querida hermana Paulina tomó el hábito y se convirtió en monja.

A los quince años quiso entrar al convento como lo habían hecho sus hermanas Paulina, Leonia y María pero por la edad, el obispo de Bayeux no le dio permiso. Más tarde, en una peregrinación a Roma por el jubileo sacerdotal del Papa León XIII, Teresita le pidió permiso al Papa y le dijo que si era la voluntad de Dios así seria. Con el apoyo del Papa, logró entrar en el Carmelo el 9 de abril de 1888. Teresita procuraba ser muy sencilla y hacer perfectas las cosas pequeñas.


Teresita actuaba con bondad siempre y era sumamente amable con sus hermanas religiosas porque sabía que amando podría alcanzar el cielo. Había en el convento una monja que tenia muy mal humor y era de trato difícil. Con ella trataba de ser especialmente amable porque le costaba trabajo quererla.


Teresita se dio cuenta de que la mejor forma de acercarse a Jesús era siendo siempre como una niña que se duerme con confianza en los brazos de su padre. “Quisiera tener un ascensor para subir hasta Jesús, porque soy muy pequeña para subir sola. El ascensor que ha de elevarme hasta el cielo son tus brazos, Jesús mío”.


Su padre enfermó perdiendo el uso de la razón a causa de dos ataques de parálisis. Celina su hermana, su encargo de cuidarlo hasta su muerte y después ingreso también al Convento. Fueron unos años difíciles para las hijas.


La superiora del convento le pidió a Teresita que escribiera su vida. En enero de 1895 empezó a escribir el libro:”Historia de un alma”.

En el Carmelo rezaba por los misioneros de tierras lejanas que tenían frío, hambre o sed, o eran maltratados por llevar a Jesús a quienes no lo conocían. Aunque nunca salió del convento, llego a ser la patrona de las misiones, pues muchos se salvaron gracias a ella y a su oración.


Enfermó de tuberculosis y sufrió mucho los últimos 18 meses de vida. “Quisiera recorrer la tierra y anunciar el evangelio hasta las islas más lejanas”.


Teresita murió a los 24 años. El Papa Pío XI la declaró santa en 1925 y junto con San Francisco Javier, fue patrona de las misiones. El Papa Juan Pablo II le declaró “Doctora de la Iglesia” en 1997.



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